En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.
¿Cómo es nuestra relación con Jesús, como un amigo, confidente, hermano? o ¿Sigo considerando que está en lo alto y nunca lo alcanzaré?
Jesús nos enseñó que los amigos se aman y se demuestran ese amor constantemente, existe un vínculo que día a día va creciendo en la medida que vayamos fomentando con actos de bondad y caridad nuestra amistad. Por esa razón hice esas preguntas, ¿cómo fomentamos nuestra relación con nuestro amigos Jesús? le hablamos constantemente, le agradamos con nuestros actos, propagamos sus enseñanzas, o la rutina del día a día nos limita esta convivencia con el Padre.
Es importante detener por un momento el curso de nuestra vida y reflexionar sobre lo más importante, esto me recuerda también al pasaje de la Biblia de Marta y María, ¿con quién nos identificamos más nosotros Marta o María?, o nos sucede que en ocasiones somos Marta y en otras somos María. Marta se ocupaba de las cosas de la casa y María escuchaba a Jesús en su visita.
Debemos trabajar para que nuestras relaciones con nuestro prójimo florezcan, se haga más grande, aunque los días en ocasiones sean muy duros no dejemos a un lado lo más importante hablar con nuestro amigo Jesús y fomentar el diálogo con nuestros compañeros, familia y amigos.
Les dejo una canción que me recuerda siempre el Valor de la Amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario