Reflexión para el docente de hoy
viernes, 1 de mayo de 2015
REFLEXIÓN PARA EL DOCENTE DE HOY
Compañeros estamos en las últimas actividades de nuestra maestría pero, me gustaría que nos diéramos el tiempo para ver el siguiente video:
Reflexión para el docente de hoy
Reflexión para el docente de hoy
El Rol del Docente en el Siglo XXI
Compañeros les comparto este comentario, que está estrechamente vinculado a la labor que la mayoría de nosotros realizamos.
El Rol del Docente en el
Siglo XXI
- Primero es un papel técnico,
que permite identificar a los docentes como expertos habilitados para guiar
el aprendizaje de los estudiantes, incorporando funciones, como las relacionadas con la
tutoría, la gestión didáctica y la innovación.
- El segundo papel se asocia a los aspectos
éticos y socializadores de la profesión. El docente del S. XXI es un
agente de cambio en el proceso de
socialización y transformación del tejido social. Los valores, actitudes y otras pautas de
conducta que exhibe o vehicula constituyen un marco de referencia normativo para las personas en formación. Desempeña una función fundamental al influir en las estrategias de
reproducción, movilidad, igualitarismo
y compensación de los estudiantes en su formación.
- Finalmente, el tercer papel del profesor se vincula a la satisfacción de las necesidades de autorrealización de los individuos en formación y de sus demandas de bienestar. El profesor del tercer milenio deberá abordar nuevas tareas, desde una actitud abierta a los múltiples acontecimientos e informaciones que se generan a su alrededor. Y es que el cambio tecnológico se produce a una gran velocidad y requiere por parte de los profesionales un esfuerzo de adaptación, actualización y perfeccionamiento permanente
- Yo le agregaría un cuarto elemento:La Formación ética profesional del docente, tomando en cuenta que el profesor universitario debe dar ejemplo a seguir ante los estudiantes, su desempeño, sus actitudes y sus valores deben ser congruentes, con la filosofía de la universidad. Saludos a todos.
Dominio propio
El dominio propio o autogobierno es un valor indispensable para el desarrollo del Carácter de una persona que orienta su vida hacia el éxito.
El dominio propio está directamente relacionado con el logro de nuestras metas, sean estas en el cuidado de nuestra salud, en el cuidado de nuestra economía, en el desarrollo de un nuevo proyecto o actividad académica, o bien, en la relación personal con otras personas que nos rodean.
Cuando hacemos uso del dominio propio y vemos alcanzado los triunfos deseados, experimentamos gozo y gratificación que eleva nuestra autoestima y nos hace olvidar los momentos de esfuerzo, de negación o de sufrimiento vivido para lograr lo propuesto.
Algunos aspecto prácticos en el desarrollo del dominio propio para tomar en cuenta son los siguientes:
- Controlar nuestro enojo.
- Controlar lo que se habla para no decir palabras en forma ofensiva.
- No actuar impulsivamente.
- Establecer los límites personales basado en principios y valores morales de comportamiento.
- Apartarse de lo incorrecto.
Hay momentos en la vida que debe ejercerse el dominio propio, como lo que se ve en el siguiente video.
Qué significa tener temor de Dios?
Estimados compañeros, me encontré con esta lectura interesante y deseo compartirla con ustedes, esta lectura proviene del portal de Compassion.org.
Para un no creyente, el temor de Dios es temer el juicio de Dios y la muerte eterna, la cual es la separación eterna de Dios (Lucas 12:5;Hebreos 10:31). Para un creyente, el temor de Dios es algo muy diferente. El temor del creyente es el reverenciar a Dios.Hebreos 12:28-29es una buena descripción de esto, “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.” Esta reverencia y admiración es exactamente lo que significa el temor de Dios para los cristianos. Este es el factor que nos motiva a rendirnos al Creador del Universo.
Proverbios 1:7declara, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová...” Hasta que comprendamos quien es Dios, y desarrollemos un temor reverencial hacia Él, no podremos adquirir la verdadera sabiduría. La verdadera sabiduría sólo procede del entendimiento de quién es Dios – que Él es santo, justo y soberano.Deuteronomio 10:12,20,21dice, “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.” – “A Jehová tu Dios temerás, a Él solo servirás, a Él seguirás, y por su nombre jurarás. Él es el objeto de tu alabanza, y Él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.” El temor de Dios es la base para nuestro andar en Sus caminos; servirle y sí, amarlo.
Muchos tienen la tendencia de minimizar el temor de Dios de los creyentes, interpretándolo como “respetarlo”. Mientras que el respeto indiscutiblemente está incluido en el concepto del temor de Dios, es mucho más que eso. El temor bíblico de Dios para un creyente, incluye el entender lo mucho que Dios aborrece el pecado y temer Su juicio sobre éste – aún en la vida de un creyente.Hebreos 12:5-11describe la disciplina de Dios hacia el creyente. Aunque es hecha en amor (Hebreos 12:6), aún así es algo para temerse. Como hijos, el temor a la disciplina de nuestros padres se espera que prevenga las malas acciones. Lo mismo debe ser verdad en nuestra relación con Dios. Debemos temer Su disciplina y por lo tanto, buscar el vivir nuestras vidas de tal manera que lo agrademos.
Los creyentes no deben “tener miedo” de Dios. No tenemos razón para tenerle miedo. Tenemos Su promesa de que nada podrá separarnos de Su amor (Romanos 8:38-39). Tenemos Su promesa de que nunca nos dejará o desamparará (Hebreos 13:5). El temer a Dios significa tener tal reverencia por Él, que éste tenga un gran impacto en la manera en que vivimos nuestras vidas. El temor de Dios es reverenciarlo, someternos a Su disciplina, y adorarlo con admiración.
Leer más:http://www.gotquestions.org/Espanol/Buena-Nueva.html
Para un no creyente, el temor de Dios es temer el juicio de Dios y la muerte eterna, la cual es la separación eterna de Dios (Lucas 12:5;Hebreos 10:31). Para un creyente, el temor de Dios es algo muy diferente. El temor del creyente es el reverenciar a Dios.Hebreos 12:28-29es una buena descripción de esto, “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.” Esta reverencia y admiración es exactamente lo que significa el temor de Dios para los cristianos. Este es el factor que nos motiva a rendirnos al Creador del Universo.
Proverbios 1:7declara, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová...” Hasta que comprendamos quien es Dios, y desarrollemos un temor reverencial hacia Él, no podremos adquirir la verdadera sabiduría. La verdadera sabiduría sólo procede del entendimiento de quién es Dios – que Él es santo, justo y soberano.Deuteronomio 10:12,20,21dice, “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.” – “A Jehová tu Dios temerás, a Él solo servirás, a Él seguirás, y por su nombre jurarás. Él es el objeto de tu alabanza, y Él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.” El temor de Dios es la base para nuestro andar en Sus caminos; servirle y sí, amarlo.
Muchos tienen la tendencia de minimizar el temor de Dios de los creyentes, interpretándolo como “respetarlo”. Mientras que el respeto indiscutiblemente está incluido en el concepto del temor de Dios, es mucho más que eso. El temor bíblico de Dios para un creyente, incluye el entender lo mucho que Dios aborrece el pecado y temer Su juicio sobre éste – aún en la vida de un creyente.Hebreos 12:5-11describe la disciplina de Dios hacia el creyente. Aunque es hecha en amor (Hebreos 12:6), aún así es algo para temerse. Como hijos, el temor a la disciplina de nuestros padres se espera que prevenga las malas acciones. Lo mismo debe ser verdad en nuestra relación con Dios. Debemos temer Su disciplina y por lo tanto, buscar el vivir nuestras vidas de tal manera que lo agrademos.
Los creyentes no deben “tener miedo” de Dios. No tenemos razón para tenerle miedo. Tenemos Su promesa de que nada podrá separarnos de Su amor (Romanos 8:38-39). Tenemos Su promesa de que nunca nos dejará o desamparará (Hebreos 13:5). El temer a Dios significa tener tal reverencia por Él, que éste tenga un gran impacto en la manera en que vivimos nuestras vidas. El temor de Dios es reverenciarlo, someternos a Su disciplina, y adorarlo con admiración.
Leer más:http://www.gotquestions.org/Espanol/Buena-Nueva.html
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